8 técnicas para vender con Neuromarketing
Por: Leonard Bustamante
Publicado el: 2018-01-22
Las personas somos unos seres complejos que en diversas ocasiones no decimos lo que pensamos ni hacemos aquello que decimos. Pero, ¿qué harías si pudieras descubrir eso que impacta en la mente de las personas?
Pues te tenemos una noticia, a eso se le conoce como Neuromarketing
¿Qué es el Neuromarketing?
El
Neuromarketing es una técnica en la que se emplea la tecnología para monitorear la actividad cerebral de los consumidores y así poder utilizar esta información para desarrollar mejores productos o servicios a fin de saber comunicarlos de mejor manera.
En esta técnica se utilizan tecnologías de imagen cerebral, biosensores y tecnologías de seguimiento ocular que detectan la reacción emocional lo que permite conocer el nivel de memoria, de atención y de emoción que genera una determinada acción en el consumidor.
Pero... cómo puedo aplicar el neuromarketing si no cuento con esa tecnología?
Tranquilo, es muy sencillo, afortunadamente ya existen ciertos factores importantes que tras un completo estudio se han definido como puntos esenciales en el
neuromarketing por ello aquí te dejamos las siguientes técnicas que tu empresa necesita para vender más.
8 Técnicas para aplicar neuromarketing en tu empresa:
1.- Logra captar la atención de los ojos
La tipografía, colores, el tamaño de las imágenes, su ubicación en la composición, son algunos de los factores principales a la hora de lanzar una
campaña basada en neuromarketing cuida la tipografía utilizando al menos 2 diferentes que permitan diferenciar de aquello que es de vital importancia vs lo secundario.
2.- Entre más sencillo mejor
El neuromarketing permite diseñar productos sencillos o hacer sencillos aquellos que hasta ahora son más complejos, prueba de ello tenemos los celulares, ¿recuerdas cómo eran antes vs los actuales?, pues es el mismo concepto, entre más sencillo sea tu publicidad más eficiente será captar la atención del consumidor lo que nos lleva al siguiente punto.
3.- Deja lugar a la imaginación
Nuestro cerebro es tan inteligente que tiene la capacidad de ver aquello que no esta presente y espera que ocurra, además de imaginar el mejor de los mejores escenarios, por consiguiente, si en un anuncio publicitario el consumidor tiene que completar la imagen, el cerebro se conectará mejor con él.
4.- Usa formas orgánicas
El cerebro está acostumbrado a las formas que vemos en la naturaleza, las plantas, los animales… y por eso recibe mejor las formas curvas y redondas. Por ejemplo, en Apple se esmeran en redondear las esquinas mucho más que otros y por eso sus productos tienen mejor diseño. Las curvas de sus ordenadores y teléfonos siguen una forma geométrica bautizada como ‘squircle’, un palabro anglosajón que designa a un círculo de bordes cuadrados.
Esta figura geométrica, también considerada un caso específico de hiperelipse, está cada vez más presente en tecnología:
Samsung la utilizó para moldear los iconos del Galaxy S7, Mercedes para los faros de algunos de sus modelos y Fiat para el interior del Fiat Panda.
5.- No te olvides del buen humor
Cuando el cerebro se relaja, disminuye el estrés y aumenta el aporte de oxígeno al cerebro. Es en ese momento, de relajación de buen humor, cuando el cerebro está más abierto a recibir estímulos y, por tanto, es más fácil que los consumidores compren ese producto o servicio que les está divirtiendo, relajando y haciéndoles disfrutar.
6.- Ten en cuenta el género
La neurociencia y el neuromarketing apoyan la teoría de que hombres y mujeres son diferentes, y es imposible que los anuncios calen igual para ellos y para ellas. Por eso, conocer cómo se comportan y conseguir dirigir los productos y servicios dependiendo del cliente final será una de las claves del éxito.
Hay que tener en cuenta, por ejemplo, que los hombres y las mujeres tienen una capacidad de ver el entorno muy diferente: ellas tienen visión panorámica, es decir, tienen un radio de visión mucho más amplio, mientras que ellos tienen visión de túnel, por lo que solo ven lo que tienen delante.
7.- El empaquetado
Aunque las lecciones morales dejan claro que la belleza está en el interior y que no se debe juzgar nada por su apariencia exterior, lo cierto es que de un modo subconsciente se siguen tomando decisiones partiendo simplemente de la apariencia. Y en el caso de los productos de consumo y de la relación con las marcas, la apariencia alcanza una importancia mucho mayor.
Es por eso que las marcas tienen que cuidar mucho el empaquetado de los productos que lanzan al mercado. Un buen empaquetado no sólo se queda con un elemento, sino que tiene en cuenta el color, el olor, el tacto o el sonido a la hora de crear el diseño. De hecho, usar mal todo estos elementos puede hacer incluso que los productos funcionen peor.
8.- Humanizado
Utilizar imágenes faciales de personas genera engagement. Por el contrario, situar personas de espaldas a las que no se les ve la cara produce el efecto contrario, por lo que será mejor evitarlas.